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Noticias / 27 escapadas perfectas para Semana Santa
Levantarse, trabajar, limpiar, ver una serie, acostarse; ¡la vida no puede ser solo eso! Déjate inspirar por estas escapadas de Semana Santa y date ese respiro que necesitas antes de que llegue el verano
Foto: Louis Hansel on Unsplash
Que no te devore la rutina, la inercia de los días. Que no se te haga tarde y te pille la pregunta de dónde viajar en Semana Santa (del domingo 24 de marzo al domingo 31 de marzo) sin la inspiración suficiente: te ofrecemos destinos urbanos repletos de exposiciones más que interesantes, destinos rurales en los que tu único acompañante será el canto de los pájaros, destinos de playa perfectos para entregarse al placer. Todos en España o muy cerca de España, con excelentes conexiones por tierra, por mar o por aire. Todos ideales para tomarte ese respiro que tanto necesitas para coger fuerzas antes de que llegue el verano. ¿Adónde te irás?
Foto: Sayana Cairo
Gran Canaria
Siempre hace buen tiempo en Gran Canaria, así que si lo que buscas es adelantarte al verano, este es el destino perfecto. Además, la encontrarás algo menos masificada que durante esa época, especialmente, si no te alojas en primera línea de playa y optas por un alojamiento en el interior, como el Parador de Cruz de Tejeda (en la imagen). En la isla te esperan playas de arena dorada, dramáticos acantilados y pintorescos pueblos, además de una gastronomía de primera.
Ruta de vino de Alsacia (Francia)
La ruta del vino de Alsacia es sencilla y discurre durante unos 170 kilómetros, entre los pintorescos caminos rurales de Marlenheim (21 kilómetros al oeste de Estrasburgo) y Thann. En ese trayecto, descubriremos villas como Colmar, mejor destino europeo 2020 y capital de la ruta de los vinos de Alsacia, de la que se dice que inspiró el precioso pueblecito en el que vive Bella en La bella y la bestia de Disney. Hay otros muchos lugares que merecen parada: Obernai, Rosheim, Boersch, Eguisheim, Cernay, Kayserberg… Ribeauvillé, con su puntito romántico y legendario, es uno de los más antiguos.
Es un trayecto cómodo: los verdes paisajes son relajantes, y siempre se tiene a pocos kilómetros algún pueblo de cuento, excelente restaurante o cave (bodega) donde se puede parar a catar los vinos de la tierra. En estas bodegas, además, no hay que pedir cita previa, pues la ruta aún no es tan masivamente visitada como las de Champaña o Burdeos. Y, sin embargo, sus vinos son igualmente excelentes.
Foto: Jerónimo Álvarez
Os Ancares (Galicia)
Esta tierra habitada por águilas, lobos y zorros, rapaces nocturnas y hasta algún oso, no cuenta con hoteles de lujo ni cadenas, ni tampoco un número elevado de casas rurales o campings. Esto, sin duda, ayuda a que el viajero que se aproxima a ella encuentre un paraíso preservado donde los más singulares establecimientos aguantan, como los irreductibles galos, con una oferta en la que el wifi y la cobertura no vienen incluidos.
¿A cambio? Todo: aire puro, silencio, belleza, tiempo, simplicidad, la mejor cocina casera. En la página web del Parque Natural de Ancares encontrarás rutas de todos los niveles e ideas para alojarte en este destino, uno de nuestros favoritos para 2024.
Varsovia (Polonia)
La famosa votación de European Best Destinations otorgó a Varsovia, capital de Polonia, el premio a 'Mejor Destino Europeo' 2023. Y basta una escapada a la (enorme) ciudad para entender por qué: su historia, sus galerías de diseño, su fascinante arquitectura, sus muchos parques (que ocupan casi el 80% del territorio) y sus múltiples placeres ratifican que el galardón resulta pertinente también en 2024.
Foto: Kevin Faingnaert
Amberes (Bélgica)
Agazapada durante largo tiempo bajo la alargada sombra de Gante y Brujas, la ciudad belga de Amberes hace tiempo que se revela como lo que es para los connaisseurs: una urbe cosmopolita en la que la fusión entre pasado y presente ofrece un buen número de fascinantes atracciones. Múltiples museos y galerías, áreas de arte urbano y coquetos mercadillos al aire libre configuran esta joya tan ‘escondida’, como cercana, pues se encuentra a poco más de dos horas en avión desde España.
Foto: Marta Sahelices
La Mamounia (Marrakech, Marruecos)
Pocas escapadas más apetecibles se nos ocurren para visitar Marruecos que La Mamounia, antiguo palacio de la corona marroquí situado en un emplazamiento privilegiado de la medina de Marrakech. Todo en él es opulencia, desde sus extensos jardines (cultivados desde hace dos siglos) a sus habitaciones y suites, donde hasta el más mínimo detalle se cuida con mimo. Y todo en él es tan legendario como sus huéspedes, que abarcan desde Churchill y el general De Gaulle hasta Yves Saint Laurent, Elton John o Paul McArtney, pasando por Chaplin, Edith Piaf y Marlène Dietrich.
Cabo de Gata (Almería)
El Parque de Cabo de Gata-Níjar, con sus lenguas de tierra volcánica sumergiéndose en el mar, con sus dramáticas carreteras dibujando curvas en los acantilados, es una joya paisajística a la que es difícil resistirse. ¿Para que esperar a verano para hacerlo? Con una media de mínimas de 12 grados y máximas de 21 en abril, esta costa indómita, la última salvaje de Andalucía, se dibuja como el paraíso perfecto para una primavera relajada entre pequeños pueblos blancos y espuma de mar.
Foto: Anthony Delanoix on Unsplash
SanSan Festival (Benicàssim, Castellón)
La temporada de festivales comienza en Semana Santa con una cita ya ineludible para muchos: SanSan Festival, en Benicàssim. Con tres escenarios, una carpa con djs, zona de hostelería y foods trucks y un área de descanso, la cita promete fiesta desde las 18:00 hasta las 5:30 de la madrugada. En su cartel, que se alarga desde el jueves 28 de marzo hasta el sábado 30, Two Door Cinema Club, Viva Suecia, Amaral, La Oreja de Van Gogh, Arde Bogotá, Vetusta Morla… Si quieres romper la rutina bailando hasta el amanecer, esta es tu fiesta.
Milán (Italia)
En Semana Santa queremos destinos bien conectados, y Milán lo está. Se trata de una ciudad muy grande, de avenidas anchas y paseables, elegantísima y con verdadero amor por el buen vivir, reflejado en sus terrazas llenas a la hora del aperitivo, de sus terrazas llenas, en general, a cualquier hora. No dejes de hacer una visita a Brera, el barrio más cool y bohemio de la urbe, ni al parque Sempione, con ambientazo y música en directo. Tómate un cóctel en Luce, el colorido bar diseñado por Wes Anderson (sí, ¡el director!) y, ya de paso, quédate en la siempre interesante Fondazione Prada. Vive un atardecer en Navigli (en la foto), la pintoresca zona de canales de la ciudad y pásate por el Palazzo Reale, siempre vibrando con exposiciones de primer nivel.
Foto: UMO Agency
Wakana (Benalup-Casas Viejas, Cádiz)
Un lago gigantesco con tres islas conforma el territorio de Wakana, "un espacio mágico de energía en el que confluye el arte, la naturaleza, el encuentro contigo mismo, la espiritualidad, la música y una cultura del bienestar", según sus responsables. En el ecosistema de este glamping situado en el Parque Natural de los Alcornocales (Cádiz) tendremos como compañeros de aventura a todo el catálogo de fauna endémica de la zona: búhos reales, águilas, buitres, lobos, venados, ciervos, nutrias, jabalís, ginetas... Podrás disfrutarlos con tu mascota, alojándote en yurtas de Mongolia, en tipis o en un cortijo tradicional restaurado.
Foto: Anastasiia Kravchenko on Unsplash
Taghazout (Marruecos)
Un vuelo a Agadir bastará para acercarte lo suficiente a Taghazout, situada a 20 kilómetros de esta ciudad. El desplazamiento merece la pena: esta pequeña villa marinera posee un irresistible ambiente bohemio, heredado del movimiento hippie que llegó hasta aquí en los 70 llamado por sus rompientes. De hecho, sus olas son tan propicias, tan perfectas, que lo han convertido en un destino imprescindible para los amantes del surf, deporte que se ha convertido en la identidad principal del lugar. Eso sí, merece la pena salir de los tubos y perderse también en su Valle del Paraíso, enclavado a orillas del río Tamraght, un oasis lleno de palmeras, pozas y cascadas.
Madeira (Portugal)
Situado a solo 500 kilómetros de la costa africana, y a 1.000 de Portugal, el archipiélago de Madeira lo conforman un total de cinco islas de las cuales únicamente Porto Cristo y la que lleva su mismo nombre, Madeira, están habitadas. A esta isla volcánica se llega con el espíritu dispuesto a la aventura desde el momento del aterrizaje, cuando tus ojos solo ven océano y la pista sobresale, tímida, sobre el agua. Los pilotos más experimentados de Europa despliegan su saber hacer para tocar tierra en una isla casi sin playas -pero con muchas piscinas naturales-, una rara avis que apunta a su apabullante naturaleza virgen para seguir prosperando, sin olvidarse de respetar su esencia. Tanto es así que hotelazos como el Belmond Reid’s Palace (en la foto) tienen como principal atractivo un jardín, pero no uno cualquiera: este presume de albergar especies que no se encuentran ni siquiera en el Jardín Botánico de la isla. ¿La razón? Tener el mar a sus pies (literalmente) y el microclima que ello genera.
París (Francia)
A París siempre hay que volver, y las razones son de sobra conocidas (imposible, por ejemplo, resistirse a hacer esa ruta bohemia con las paradas que frecuentaban artistas y escritores). Hablemos, entonces, de las novedades que hacen de París el destino perfecto esta Semana Santa 2024, como la apertura del suntuoso restaurante Ojii, de sofisticados sabores nipones o la nueva imprescindible cave à vin & saké Grain[s], en Saint-Germain-des-Prés. Y una de las exposiciones más interesantes del año, la de Mark Rothko en Fondation Louis Vuitton, un recorrido sin precedentes conformado por 115 obras cedidas por importantes colecciones institucionales y privadas internacionales.
Marbella (Málaga)
Los mejores restaurantes, los mejores hoteles, las mejores fiestas, las mejores playas. Marbella, capital del sibaritismo, tiene todo lo que uno necesita para tomarse un paréntesis con el placer por bandera. Se puede hacer en ella una estupenda escapada ‘comedida’, con paseo por las blancas casitas del centro histórico, hotelito coqueto y tarde en el chiringuito frente al mar. Pero las paradas ‘legendarias’, las que han hecho de Marbella un icono son otras: el mítico Nikki Beach -lo más parecido a Miami en la Costa del Sol-; el ambiente tropical y gastronómico de alta alcurnia de Trocadero Arena; la decana discoteca Olivia Valere y verdaderos iconos de la hostelería como Puente Romano o Marbella Club. En este último, por cierto, es donde empezó la leyenda.
Foto: l Alentejo
Alentejo (Portugal)
El Alentejo es esa tranquila región del centro sur portugués que ocupa una tercera parte de su superficie. Un lugar donde las criaturas de cuatro patas superan a las que caminamos sobre dos, lleno de colinas repletas de alcornoques, viñedos y olivos, de encantadores pueblos en los que aún se escuchan los grillos a la hora de la siesta. También tiene playa, claro -imperdible la desconocida e indómita Costa Vicentina, que concentra la mayor extensión costera protegida del país y también la mejor conservada de Europa- y una gastronomía tan tradicional como inolvidable. Además, su catálogo de alojamientos abarca desde conventos barrocos hasta palacetes en medio de la naturaleza, pasando por bodegas centenarias y, por supuesto, fincas que reinventan (para mejor) el turismo rural. Querrás quedarte a vivir.
Foto: Iván Fernández López
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca)
El señor de los anillos, Las crónicas de Narnia, Pocahontas, El renacido… Muchas son las películas que te vendrán a la mente cuando cruces la frontera de la comarca de Sobrarbe (Huesca). Un territorio de ensueño en pleno Pirineo aragonés que te hará replantearte si estás en España o en un universo paralelo donde reina la naturaleza más extraordinaria. En su circunscripción no solo se encuentra una de las mayores maravillas de la humanidad, el Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, sino también algunos de los pueblos más bellos de la península ibérica. Abre bien los ojos y no te pierdas nada de este Edén en la tierra.
Puentedey (Burgos)
La localidad burgalesa de Puentedey, de poco más de 50 habitantes, es uno de los Pueblos más bonitos de España. ¿Su mayor peculiaridad? Se asienta sobre un puente natural de piedra, esculpido por el río Nela durante los últimos 90 millones de años. Además, sus calles medievales invitan a viajar por la historia, y cuentan con multitud de ejemplos de la arquitectura tradicional típica de Las Merindades. Imperdibles: la iglesia de San Pelayo, ubicada en lo alto del pueblo, y el Palacio de Fernández de Brizuela, casi un castillo.
Foto: La Dehesa Experiences
La Dehesa Experiences (Adamuz, Córdoba)
La Dehesa Experiences es glamping cinco estrellas. Sus seis coquetas cabañas con piscina privada se elevan cinco metros sobre una dehesa de 27 hectáreas en la Sierra Morena cordobesa, en un bosque de encinas ubicado en una zona de especial protección medioambiental y declarada por la UNESCO reserva Starlight. Esta calificación promueve destinos con noches gloriosamente claras, que se dibujan como una de las muchas experiencias en la naturaleza que puedes vivir en el alojamiento.
Sus responsables, además, ofrecen un completo servicio de habitaciones con menú de platos calientes, selección de productos gourmet y carta de vinos y licores. “La gran mayoría de nuestros productos son de kilómetro cero, elegidos entre los mejores productores locales. Intentamos aprovechar al máximo los productos de temporada, las carnes más sabrosas de la zona y los platos típicos cordobeses”, relatan.
Madrid (Madrid)
No importa cuántas veces hayas estado, incluso que seas de allí: Madrid, la ciudad de los mil planes, siempre tiene algo nuevo con lo que sorprenderte. Nuevos restaurantes como Per Sé Bistró “una mezcla de añoranza, trayectoria y conocimiento”, según su chef, Andrés Madrigal. O Tragabuches, de Dani García, que lleva a Madrid la cocina de sus orígenes.
Pero, sobre todo, nuevas exposiciones tan interesantes que justifican por sí mismas la escapada. Por ejemplo, la exposición de Denise De la Rue Un Nuevo Mundo, basada en las 21 cartas autógrafas de Cristóbal Colón pertenecientes a la Colección de la Casa de Alba, que se inaugurará en el Palacio de Lira. O la de Marc Chagall (1887-1985) en la Fundación Mapfre, que reúne el trabajo de este artista inclasificable de comienzos del siglo XX cuya obra transita entre el surrealismo, el expresionismo ruso y el cubismo.
Porís de Candelaria (La Palma)
Sus frondosos bosques, sus playas de arena negra, sus imponentes volcanes, sus cielos estrellados... A La Palma le sobran razones para enamorarte, y Porís de Candelaria es una de ellas. ¿Un pueblo pesquero? ¿Una cueva? ¿Una cala sin arenal? Este recóndito paraje, escondido en el municipio de Tijarafe, es todo eso y más: un escenario de cuento, un abrazo entre el lado más salvaje de la naturaleza y la mano del hombre, un oasis donde robarle cinco minutos más al reloj se convierte en una primera necesidad. Escápate a ella para descubrir grutas misteriosas, bucear en un mar cristalino y fundirte con una naturaleza sin igual.
Bilbao (Vizcaya)
El arraigo del bilbaíno, sus tradiciones, su cultura y su excepcional gastronomía se mantienen intactos, aunque ahora resplandezcan en las torres japonesas de Isozaki o en los escaparates de los restaurantes más instagrameables. Y es que los bilbaínos, con ese asombroso don para equilibrar lo nuevo y lo de siempre, destacan por tener la ciudad siempre repleta de planes interesantes: los del Museo de Bellas Artes, los de galerías como CarrerasMugica, de teatros como el Arriaga, del Kafe Antzokia, de centros como el BilbaoArte o del multidisciplinar Azkuna Zentroa (Alhóndiga). Además, pequeñas iniciativas de comercios y librerías como Sopa de Sapo se encargan también de inyectar cultura en las venas bilbaínas en forma de exposiciones, conciertos, espectáculos, talleres, proyecciones y conferencias. Imposible aburrirse en esta ciudad repleta de proyectos.
Ámsterdam (Países Bajos)
El que fue pueblo pesquero en el pasado se ha convertido en una ciudad cosmopolita donde se respira arte, gastronomía, moda, innovación e historia en ambas orillas del canal. Atrás quedaron los coffee shops o el Barrio Rojo (donde las visitas guiadas están prohibidas, así como consumir cannabis) como el único reclamo turístico, para dar paso a una urbe que en la actualidad lo tiene todo.
De hecho, aunque Ámsterdam siempre es buen plan, independientemente de la época del año en la que nos encontremos, es ahora –con la llegada de la primavera– cuando los tulipanes comienzan a desperezarse.
Cubriendo los parques, mercados y jardines de la paleta más policromática posible, las terrazas comienzan a llenarse y los días soleados cada vez son más frecuentes. Es justo entonces, cuando toca hacer las maletas y organizar una escapada a la conocida como Venecia del norte. No te olvides de parar en el Rijksmuseum, el museo nacional de los Países Bajos, que dedicará una exposición retrospectiva al maestro del siglo XVII Frans Hals.
Trévelez (Granada)
La Alpujarra granadina alberga hermosas maravillas rurales como Trévelez, uno de los pueblos más bonitos de España. Este paraíso desde el que casi se puede tocar el cielo es también uno de los pueblos con más historia de nuestro país, pues en él existen restos de asentamientos neolíticos.
Además, gran parte de su término municipal se encuentra en el Parque Nacional de Sierra Nevada y gracias a su ubicación, a casi 1.500 metros altitud, disfruta de un aire fresco y limpio con el que oxigenar nuestros pulmones y que ayuda además a curar sus famosos jamones.
Por ello, los amantes de la naturaleza y el aire libre encontrarán aquí un edén por explorar a través de 14 rutas turísticas, como las de Chorillo, Horcajo, Molino Altero o la de las Siete Lagunas.
Málaga se ha convertido en el polo cultural más candente del sur de España, en un hervidero de nuevas tendencias en constante ebullición. Cuenta con una treintena de museos, entre ellos, los famosos Centro de Arte Contemporáneo, Pompidou, Picasso, La Térmica y el Museo de Arte Ruso. También posee restaurantes con todos los sabores del planeta; galerías, arte urbano de altos vuelos (imprescindible un paseo por el Soho o Lagunillas); comercios de todo tipo, un núcleo de artistas muy potente poniendo en marcha siempre originales ideas y otro igual de emprendedores, dando nueva vida a cada rincón de la capital.
Valencia (Valencia)
¿Cómo no aprovechar cualquier excusa para visitar Valencia? En la ciudad hay buenos hoteles -el primer Only YOU cinco estrellas-, la imperdible apertura de Casa Clarita-, mejores restaurantes -otra apertura reciente: Félix Chaqués Restaurant, con seis mesas, doce comensales y un pase de cocina donde tres cocineros con alma de camareros ofrecen un menú totalmente de temporada- y, sobre todo, hay mucha cultura y mucha belleza, que para eso fue Capital Mundial del Diseño 2022.
Tampoco podemos olvidar el que seguro será uno de los mayores focos de interés para los más inquietos, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, diseñada por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava, un vasto complejo futurista que cuenta con un planetario, un museo de ciencias y el acuario más grande de Europa. Ni el espíritu independiente del Cabanyal, uno de los barrios más cool de Europa, según The Guardian, donde los coolhunters adorarán perderse en comercios de toda la vida y nuevas y emocionantes aperturas propulsadas por el enorme talento local.